Salvo que tu pareja te expresase una preferencia personal por su parte, no debiera importar si besas con los ojos abiertos o cerrados. No obstante, teniendo un profundo contacto visual tanto mientras nos acercamos para besar como después de besar, hará que la experiencia del beso nos haga sentirnos más íntimamente unidos a nuestra pareja.
Mira siempre a los ojos de tu pareja antes y después del beso. Mirar la profundidad de sus ojos lanza el mensaje de que realmente te sientes atraído por él. También es indicador de que tienes confianza en él durante esos íntimos momentos. ¡Mírale a los ojos, antes y después del beso! Durante el beso, da igual, sigue mirando o cierra tus ojos, como mejor lo sientas.