Para las persona incrédulas que piensan que nunca serán descubiertas de sus grandes mentiras, pero que triste es para ellas cuando las descubren, y lo peor de todo, cuando se descubren interiormente ellos mismos, ya que solo se convierten en algo tan insignificante y vacio, porque ni siquiera se aceptan a ellos mismos, no se quieren, y mucho menos querrán a alguien más, pero existe un Dios, que siempre será justo y les dará lo que realmente se merecen.
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